Solemos asociar la polenta con el sabor salado, sin embargo este cereal se puede usar como base de originales postres, como en el caso que nos ocupa. La razón de que la polenta sea tan versátil en la cocina es que por sí misma apenas tiene sabor, por tanto si la mezclamos con ingredientes salados el resultado será salado y si la mezclamos con ingredientes dulces será dulce, ¡así de simple! Espero que os lancéis a probarlo y...¡que os guste!
Ingredientes:
60 gr. de polenta de maíz
15 gr. de mantequilla sin sal
2 cucharaditas de miel
2 cucharaditas de azúcar
200 ml. de agua
1/2 rama de canela
2 peras
Zumo de limón
Elaboración:
Calentamos la leche con la miel y la mantequilla. Cuando empiece a hervir, añadimos la polenta y cocinamos a fuego suave hasta que espese. Apartamos del fuego y repartimos en moldes para magdalenas. Dejamos que se enfríe.
Por otro lado, calentamos en un cazo el agua, el azúcar, la pimienta, los anises y la canela. Pelamos y cortamos las peras en gajos de +-1 cm., pasamos por el zumo de limón para que no se oxiden, los escurrimos y los colocamos en el cazo con las especias.
Dejaremos cocer unos 10-15 minutos, hasta que veamos que la pera empieza a tener un color translúcido, medio transparente.
Colocamos la polenta sobre el plato de servir y repartimos la pera por encima. Lo serviremos tibio, cubierto con la salsa de especias.