Este es un bizcocho un tanto exótico (por lo especiado) que está bueníiiiiisimo y además es apto para veganos, es decir, para aquellos que no comen nada de origen animal, con lo cual no toman ni leche ni huevos. Os preguntaréis: ¿cómo hacer un bizcocho sin huevos? He aquí el truco: sustituir los huevos por harina de garbanzos.
Ingredientes:
1 puñado de copos de avena
1 puñado de pasas
Zumo de 2 naranjas
Ralladura de naranja
3 cucharadas de harina de garbanzos
1 c.c. de jengibre
1 ½ c.c. de curry
6 cucharadas de azúcar
80 g de harina de avena
80 g de harina de trigo
1 c.c. de bicarbonato
Mermelada o sirope
Elaboración:
En un bol mezclar la manzana rallada con las pasas, los copos de avena y el zumo de naranja. Dejar reposar unos 20 minutos, hasta que se ablanden.
Precalentar el horno a 200º.
Añadir las especias, la ralladura de naranja y el azúcar.
En otro cuenco diluir la harina de garbanzos en un poquito de agua (esta “papilla” sustituye a los huevos). Mezclarlo con lo anterior.
Por otro lado mezclar las harinas con el bicarbonato y agregarlo al resto. Remover hasta obtener una masa sin grumos de harina.
Enharinar un molde, verter la masa y meter en el horno. Hornear durante 30 minutos, los primero 10 minutos a 200º, luego bajar a 180º.
Sacar y dejar enfriar sobre una rejilla, tapado con un trapo.
Desmoldar y, antes de servirlo, untar la superficie del bizcocho con mermelada o sirope.
Observaciones: No obstante, si preferís hacerlo de la forma tradicional, basta con sustituir las tres cuchardas de harina de garbanzos por 3 huevos, ¡y listo!